Por un momento pensé, como tantas otras veces, dejar este blog de lado y crear otro partiendo de cero. Fue así que llegué a la plataforma Wordpress, pero, como siempre me pasa allá, desistí por lo engorroso que resulta todo desde el momento mismo cuando escoges una template (esto tarda, por lo general y, al menos en mi caso, una hora o dos), y luego el sinfín de herramientas que te ofrece y que tienen que ver con iniciados, o alcanzados, o sabedores en lenguaje html. Y yo no soy programador. Sólo sé lo que sé, y lo que sé es menos de lo que los sabedores saben, pero es más de lo que los que no saben mucho, saben.
Llegado a este nivel, miré Tergivers0 con cierta pasión virtual, ojo que no calentura como tal, y me convenció de que siguiera con él; digo, ¿cuántos blogs he tenido ya? ¿Cuántos he eliminado? Es probable que diez, o más. Y así se pierde el interés de la poca audiencia que nunca tuve. Así que no, acá estoy, de nuevo a la carga con Tergivers0, pero con una nueva cara, un nuevo template, otro estilo visual que resulte más agradable a la vista. Tras leer mucho (ojo que si bien no fue una pérdida de tiempo, sí fue un dolor de cabeza por errar una y otra vez, hacer mil y un copy paste con el código html previamente guardado en el sagrado blog de notas) es que di con el resultado esperado.
Quedan invitados, pues, a esta nueva cara de mi blog. La literatura estará allí, la queja a esta misma también, ¿y los cánceres que provoca? Por supuesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario