¿Cuánto Tiempo nos Queda?

Algo pasa en las noches que no me deja dormir.
La ciudad se desvela y yo juego de testigo.
La ciudad se agranda en lunas que no me dejan ir.
La ciudad se desprende en murmullos de ti. 

Algo acontece de madrugada, es un ente que me ve despierto.
Eres la noche que trae consigo los momentos de caminar.
Eres la noche que me recuerda a mí, con tu cara que intenté retratar.
Eres la noche vestida de piedras, piedras para resolver y jugar.

La ciudad no recuerda, sólo vive.
Y yo sufro por no dormir de madrugada,
escribiendo versos para la memoria,
quedándome así, un poco más y más detrás de ti.

Algo pasa en los días que me dejan roncar.
La ciudad despierta y la gente hace su vida.
La ciudad se mueve en humos y pálidos arcoíris.
La ciudad gris tose y la gente se espanta en idas y venidas.

Algo estremece en las tardes, un sol rojo que comienza a rascar.
Eres el día que duerme con piernas abiertas de par en par.
Eres el día que me recuerda escribiéndote versos de los que se cela la mar.
Eres el día que llora mi ausencia, quien me piensa y me piensa.

La ciudad no respira, sólo es una piedra ausente.
Y yo me contento por despertar de madrugada.
Escribiendo éstos versos mientras la sombra de tu ente duerme a mi lado,
quedándote tu así, recostada de perfil, con tu espalda y tus cabellos hacia mí.

La ciudad enmudece y no dice nada.
Y yo me concentro por prepararte un buen café.
Y en tus sueños lo rechazas, con esa sonrisa así, media chueca.
Y te quedas dormida para siempre de perfil, siendo musa para mí.