El eco de la noche.
El silencio de lo negro.
Aquellos ojos pálidos,
De musa engreída y corazón de cartón.
El arado en el verde de los sueños.
Monstruos que susurran.
Aquel sueño infinito,
Donde volaba sobre hierba palidecida.
El humo del cigarro.
Mi reflejo imperfecto en la ventana.
El desinteresado joven que fui,
Mas el pasado murió.
Fallecí.
Y en éste lugar con otra alma renací.
Deseos de pureza.
Calmada tempestad.
Si un día el verde no me besa,
Mi alma -por siempre-
Se irá.
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